NEGOCIANDO CON EL DIABLO
Si tuvieras oportunidad de elegir, ¿con cuál de estas opciones te quedarías?
A) Seguir con la vida que llevas.
B) Tener una vida muy intensa, llena de lujos y placeres, a cambio de vivir sólo hasta los 45.
C) Renunciar a cosas de las que gozas actualmente, a cambio de vivir 130 años.
Difícil elección, amigo. Yo personalmente no tengo claro con cuál me quedaría (no, no vale la combinación que estás pensando, con varias de ellas). Y desde luego, no soy quien para juzgar la elección de otras personas.
Y... ¿a qué viene esto (te dirás)? Pues al asunto del dopaje en el deporte. Antiguamente, el deporte era la lucha de quién era más fuerte, más rápido, más hábil..., pero hoy en día, se ha convertido en un asunto económico de "doctores-ingenieros" calculando con su tiralíneas para alcanzar los niveles físicos justo hasta el límite de positivo. El positivo. ¿Y quién dice que tener un 49 % de hematocrito es aceptable y tener un 51 % es un delito? Pues unos señores que juegan a poner una frontera, manteniendo unos supuestos límites morales para preservar la salud del deportista (¡qué bueno!).
Volviendo al principio, reitero: ¿quién soy yo para juzgar cómo uno decide vivir su vida y vender su alma al diablo? Personalmente me trae sin cuidado si un señor decide ponerse hasta las cejas para ganar el Tour, la medalla olímpica de lo que sea o ser el "crack" de la temporada; él sabrá lo que hace. Quizá haya decidido vivir su previsiblemente corta vida en la riqueza, rodeado de lujos y placeres que posiblemente yo nunca conoceré. También hay gente que decide privarse de casi todo para tener una larga (y puede que aburrida) vida, y no se les critica demasiado por eso.
Todos sabemos que el deporte hace mucho tiempo que no es una pelea limpia y que todos van al mismísimo límite (o más), así que dejémonos de moralinas y permitamos que cada uno elija su camino. ¿Tú no te dopas de vez en cuando? ¿consigues lo que buscabas, sabiendo que te la juegas un poco? Pues eso. Tengo amigos que dicen que debería haber dos categorías: los que se dopan con EPO y los que lo hacen con chuletón y macarrones. También tengo un conocido ex-ciclista que lo dejó más o menos pronto siendo profesional, porque decía que no podía seguir metiéndose la mierda que le daban, y que si no se la metía no andaba como los demás "ni pa farde".
Eso sí: que se abra la mano para todo el que quiera y así dejaremos por una lado de tener dudas de si este o aquél, dejaremos de dudar de algunas cosas alucinantes que se ven de vez en cuando, y sobre todo muchos dejarán de ponerse al límite con miedo y mucho peligro, algo seguramente tan malo o más que pasarse más, pero legal y abiertamente.
Sí al doping y a las dos categorías de deporte. Allá hostias.
El escéptico