¿Llamáis a eso humillación? Terry Jones
The Guardian
Comparto la indignación expresada por la prensa británica con motivo del trato inflingido a nuestro personal militar acusado de entrar ilegalmente en aguas territoriales iraníes. Es deplorable. Nosotros jamás soñaríamos con tratar así a unos prisioneros: permitirles fumar cigarrillos, por ejemplo, cuando está perfectamente demostrado que fumar mata. Y por lo que respecta a obligar a la pobre soldado Faye a cubrirse la cabeza con un pañolón negro y a continuación permitir que la fotografía sea distribuida por todo el mundo, rayos, ¿acaso los iraníes no saben lo que significa comportarse civilizadamente? Por amor de Dios, ¿qué hay de malo en cubrirle la cabeza con un saco? Eso es lo que hacemos nosotros con los musulmanes que capturamos: les cubrimos la cabeza con sacos para que tengan dificultades para respirar. Después es perfectamente aceptable hacerles fotos y pasárselas a la prensa, pues de esa manera los cautivos no pueden ser reconocidos ni humillados como lo están siendo esos desdichados soldados británicos.
Es intolerable también que obliguen a esos prisioneros británicos a hablar por la televisión y a decir cosas que luego tal vez lamenten. Si los iraníes les taparan la boca con cinta adhesiva, como hacemos nosotros con nuestros prisioneros, no podrían abrir el pico. Por supuesto, de esa forma quizá tendrían más dificultades para respirar –especialmente con un saco cubriéndoles la cabeza–, pero al menos no serían humillados.
¿Y qué es esa historia de permitir a los prisioneros escribir cartas a sus casas diciendo que están bien? Ya es hora de que los iraníes comiencen a comportarse como el resto del mundo civilizado: deberían permitir a sus prisioneros disfrutar de la privacidad del confinamiento solitario. Ése es uno de los muchos privilegios que los USA conceden a los prisioneros de Guantánamo.
El signo distintivo de un país civilizado es que no se precipita a acusar a la gente que ha detenido arbitrariamente en lugares que acaba de invadir. Los internos de Guantánamo, por ejemplo, han estado disfrutando de toda la privacidad que pueden desear durante casi cinco años y solo hace poco se han presentado los primeros cargos contra uno de los detenidos ¡Qué contraste con la deplorable precipitación iraní para exponer a sus prisioneros delante de las cámaras!
Más aún, está claro que los iraníes no están ofreciendo a sus prisioneros británicos ningún ejercicio físico decente. El ejército usamericano se asegura de que los prisioneros irakíes disfruten de ejercicio físico bajo la modalidad de excitantes “posturas estresantes” que los prisioneros se supone deben resistir durante horas para tonificar los músculos de su estómago y pantorrillas. Un ejercicio corriente consiste en obligarles a erguirse sobre la parte anterior de la planta del pie y luego encogerse hasta que sus muslos quedan paralelos con el suelo. Esto produce un intenso dolor y finalmente, ruptura muscular. Se trata de un saludable y divertido ejercicio que tiene además la ventaja añadida de que el prisionero acaba confesando cualquier cosa con tal de escaparse de él.
Lo cual me lleva a mi último punto. Está claro, a juzgar por su aparición televisiva, que la soldado Turney ha sido sometida a presiones. Los periódicos [británicos] han convencido a psicólogos conductistas para que analicen la filmación y todos ellos han concluido que la chica manifiesta síntomas de “desdicha y estrés”. Lo que es realmente escandaloso es la sibilina manera como los iraníes la han hecho “desdichada y estresada”. La soldado no muestra signos visibles de electrocución o marcas de quemaduras y tampoco presenta señales de palizas en la cara. Eso es inaceptable. Si someten a los prisioneros a situaciones de maltrato tales como obligarles a adoptar posturas sexuales comprometidas o recibir descargas eléctricas en los genitales, al menos que sean fotografiados, como lo fueron en Abu Ghraib. Las fotografías deberían luego hacerse circular por el mundo civilizado para que todos puedan ver qué es lo que está ocurriendo exactamente.
Como Stephen Glover señaló en el Daily Mail, tal vez no sea justo bombardear Irán como represalia por la humillación de nuestros soldados, pero está claro que los iraníes deben sufrir por ello, ya sea incrementando las sanciones, como sugiere el Mail, o simplemente consiguiendo que el presidente Bush acelere su invasión de Irán, la cual planea realizar de todas formas, y lleve de una vez por todas la democracia y los valores occidentales al país, como ya ha hecho en Irak.
Terry Jones es director de cine, actor y miembro de Monty Phyton.
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